sábado, 15 de noviembre de 2008

Un ataque mediático es una declaración de guerra

Por: Oscar Rossignoli

Estamos claros que una crisis desde el punto de vista comunicacional es cualquier acontecimiento inesperado, capaz de generar publicidad negativa que pudiera lesionar la reputación de una institución y que distrae a los funcionarios principales de sus ocupaciones principales para dedicarse a resolverla.

Uno de los grandes errores que se cometen en la gestión de situaciones de crisis es la falta de una estrategia, de tácticas, de acciones bien dirigidas que tengan un rumbo, un sentido. Una campaña negativa bien montada sólo puede compararse como estar en una situación de guerra.

Una acción para contrarrestar una campaña sucia debe ser dirigida de manera clara, ordenada, coordinada y supervisada como si se tratara de una campaña militar...

Estrategias de guerra

Cuando una empresa es víctima de una campaña mediática negativa, sus funcionarios deben estar conscientes que han entrado a una situación de “guerra”, donde el campo de batalla son los medios de comunicación y la opinión pública.

Y, como en una guerra, deben diseñarse (y escribirlas) estrategias para defender el territorio, dañar al enemigo y sufrir la menor cantidad de bajas posibles.

En esta estrategia deben estar claramente los objetivos de posicionamiento, herramientas de comunicación, mensajes clave y objetivos, etc.

Puede leer el artículo completo aquí.

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